El talento de Mr. Ripley desafía las nociones de identidad fija y separada, desdibujando las líneas entre los personajes. Cuando Tom se disfraza de Dickie, no se limita a engañar a los demás: altera su propio sentido de quién es, y se siente más seguro, generoso e interesante, ya que cree que Dickie tiene todos estos atributos. Este cambio es tan agudo, de hecho, que Tom teme la perspectiva de volver a su propia identidad. Con esta narración, Highsmith sugiere que la autopercepción es el principal impulsor de la personalidad, y no al revés. Sin embargo, aunque la identidad puede ser fluida, la identificación en esta novela no conduce necesariamente a la empatía, ni tampoco el deseo. Aunque Tom se identifica y desea a Dickie, lo mata. De hecho, Highsmith sugiere que tener un sentido de la identidad extremadamente fluido puede ser desestabilizador. El tema de la justicia (o la falta de ella) se cruza de manera conspicua con el tema de la identidad en esta novela. A pesar de las muchas
Un espacio para tu interior...