Curiosidades sobre la historia del calendario
1.
El término calendario es sinónimo de almanaque, y ambas
voces difieren sólo en la etimología. Calendario es una voz latina: de
calendae, palabra ya usada en castellano en el siglo XIII y de uso más antiguo
que almanaque, que proviene del árabe manah+ artículo al-= calendario.
2.
Nuestra semana de siete días es de origen bíblico, y
deriva del relato del libro sagrado del Génesis, donde se dice que Dios creó el
mundo en seis días y en el séptimo descansó, dándose a entender que la primera
semana, en el amanecer de los tiempos, tuvo siete días.
3.
Buscando el origen del calendario, nos encontraremos
con que en las civilizaciones antiguas se utilizaba el denominado calendario
lunar para medir el paso del tiempo. El paso de un mes a otro la señalaba la
órbita de la luna. Es decir, cuando el único satélite natural de la Tierra
regresaba a su fase inicial, se daba por finalizado dicho periodo.
4.
Para encontrar el primer calendario de la historia,
debemos remontarnos más de 5.000 años atrás. Los sumerios, habitantes de la región
de Mesopotamia, fueron un pueblo tremendamente avanzado y también el primer
pueblo que dividió el día en varias partes. Concretamente en doce danna de
treinta ges cada una.
Es decir, dividían los días en
doce horas, y cada hora a su vez, estaba dividida en 30 partes.
5.
Fueron los egipcios los que emplearon el día de veinticuatro
horas para uso en ceremonias y del templo. Eligieron ese cómputo porque los
astrólogos comprobaron que la esfera celeste mostraba al anochecer doce
estrellas brillantes.
A partir del año 2780 a.C. Egipto
creó un calendario solar de uso sacerdotal que fijaba la duración del año en
365 días.
Este calendario fue divido en
doce meses de treinta días, y como sobraban cinco decretaron que tales días
sobrantes fueran festivos.
6.
En Roma, Numa Pompilio, segundo rey que tuvo aquella
ciudad en el año 700 a.C., ya se empleaba un calendario basado en un año de
trescientos cincuenta y cinco días dividido en doce meses. Este calendario
permaneció así hasta el 45 a.C., en que Julio César estableció el llamado
calendario juliano, así llamado en su honor.
Se añadieron entonces diez días para completar los 365 días
reales que tarda la tierra en girar alrededor del sol.
Cuando lo hubo concluido se
apercibió de que el calendario tenía un desfase de cinco horas, cuarenta y ocho
minutos y cuarenta y seis segundos en relación con el ciclo solar real. Para
compensarlo se inventó entonces el año bisiesto, que añadía un día cada cuatro
años.
7.
Hubo algunos problemas. Por entonces los meses de
enero, marzo, mayo, septiembre y noviembre tenían treinta y un días y los
demás, incluido febrero, uno menos. Por alguna razón César consideró que su mes
(julio), debería tener treinta y un días, como así se hizo.
Tras el acceso de Augusto al
poder, este emperador pensó que no estaba bien que su mes (agosto), tuviera un
día menos que el de César (julio), por lo que se quitó un día a febrero que
quedó en veintinueve.
Como no era posible tener tres
meses seguidos con treinta y un días, se corrigió de nuevo el calendario
quedando septiembre y noviembre con treinta días, y a octubre y diciembre se
les asignó treinta y uno.
Como la cuenta no resultaba, se le quitó de nuevo un día al
mes de febrero, que recuperaba sólo cada cuatro años, en los bisiestos.
8.
El papa Gregorio XIII ordenó su revisión en 1582. Se
descontaron diez días al citado año y se pasó del 4 al 15 octubre en un solo
día, medida que ponía fin al calendario juliano o de Julio César, y daba
comienzo al calendario gregoriano. El calendario gregoriano es casi perfecto.
Según el calendario gregoriano cada año se produce un error cronológico de
veintiséis segundos, que sumarán un día completo en el año 3323.
9.
Resulta anecdótico y curioso que en el calendario
gregoriano los siglos sólo puedan comenzar en lunes, martes, jueves o domingo:
nunca en miércoles, viernes o sábado, y que los años ordinarios empiecen y
acaben el mismo día de la semana.
10.
No obstante lo dicho, parece que el calendario más perfecto
de todos los tiempos fue el calendario maya.
Cuando los españoles arribaron a América pudieron darse cuenta que los
mayas habían elaborado un almanaque perfecto ya en el siglo VI a.C.
Interesante el tema de los Almanaques y también poder compararlos visualmente con otros de diferentes culturas. La pugna de Augusto con Julio por veinticuatro horas para no ser menos tiene su enjundia.
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