Quién es Pedro Casaldáliga Obispo de la Prelatura (diócesis) de São Félix
do Araguaia, en la Amazonia brasileña.
Nacido en Balsareny en 1928. Se
marchó a Brasil y no ha vuelto nunca más. Allí ha trabajado con campesinos sin
tierra y pueblos indígenas y se ha enfrentado a terratenientes y
multinacionales. Es autor de la primera denuncia mundial sobre la situación de
la Amazonía. Ha impulsado decenas de movimientos sociales que hoy conforman el
tejido asociativo de América Latina.
Terco
y radical; con un gran sentido del humor.
Siempre
risueño, gran “conversador”,
Comprometido,
obstinado, pobre. Esperanzado.
Amante de la poesía y poeta. Revolucionario. Portador de Paz.
«Un hombre que arde en
caridad, que abrasa por donde pasa».
Nací a orillas del tejedor Llobregat, en 1928 y en una lechería. («Maldito el latifundio, salvo los ojos de sus vacas»). De una familia católica y de derechas, que en aquellos tiempos era lo mismo”.
“Fue en julio de 1968. Llegábamos a un mundo
sin retorno. Los primeros meses Manuel y yo hicimos de enfermeros. Y pudimos
comprobar de cerca la presencia, múltiple, abrumadora, de la enfermedad y de la
muerte en la región. Verminosis, deshidratación, malaria, hepatitis, tétanos
umbilical, todo tipo de enfermedades de la piel … desnutrición, enfermedad
crónica”.
Pedro Casaldáliga llegó al Araguaia, una tierra olvidada en
la Amazonía brasileña, donde la única “ley era la de 38”. Entonces, abierta y
radicalmente, optó por los peones y los indígenas que eran explotados por
grandes terratenientes. Cincuenta años después, más de 15 comunidades rurales
se han “conquistado” al latifundio y cientos de campesinos sin tierra e
indígenas han recuperado sus tradiciones. El trabajo de Casaldáliga y su equipo
ha sido crucial para que hoy el tejido social de Brasil sea activo y
comprometido.
El 27 de abril de 1970 fue nombrado administrador
apostólico de la prelatura que acababa de fundar, y el 23 de octubre del año
siguiente fue nombrado obispo titular de
São Félix do Araguaia.
Una de sus muchas iniciativas tiene que ver con la difusión
del llamado “anillo de tucum”, un anillo negro hecho con un árbol de palma
brasileño llamado tucum y que él describió en un documental como “un signo de
la alianza con la causa indígena y las causas populares. Significa que quien
usa este anillo ha asumido estas causas y sus consecuencias”.
Así, para Pedro Casaldáliga la reflexión y la vivencia de la espiritualidad de la liberación tienen, como consideración y exigencia básica, entender que ser cristiano, en cualquier parte, es ser en Jesucristo «Hombre Nuevo» (Efesios 4:22-24), un «hombre nuevo», cuyos rasgos principales son:
La lucidez
crítica frente a los medios de comunicación, estructuras, ideologías y
supuestos valores, que resulta de la pasión por la verdad.
No en vano pasó por 10 malarias, siete tiroteos,
incontables amenazas de muerte y cinco intentos de expulsión del país. Vio cómo
torturaban a sus compañeros, enterró a centenares de campesinos e indígenas y
salvó la vida de otros tantos. Alfabetizó a adultos y niños, recuperó tierras
para sus labradores, dio salud y educación a un lugar al que no llegaba el
Estado, a esa «tierra sin ley» que recuerda el padre Saraiva.
Todos hablan de la constancia, de la perseverancia de
su lucha, él mismo nos lo dijo: «He
recorrido mucho camino, pero me queda por hacer». «Sin amarras, sé libre».
Recibió amenazas de muerte por su labor en defensa de los
más desfavorecidos y de los campesinos e indígenas del Amazonas. Falleció en el
centro hospitalario de la congregación claretiana en Batatais (São Paulo) el 8
de agosto de 2020, a causa de una enfermedad respiratoria derivada del
párkinson.
¡Qué vida tan generosa! Me encanta la canción en portugués.
ResponderEliminarQué ejemplo de amor incondicional.💖 Te recomiendo la peli: DESCALZO SOBRE LA TIERRA ROJA
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