1.
Significado de
los gestos de la cara
El rostro es la lupa de las emociones, por eso se dice que es el
reflejo del alma.
Habitualmente forman parte de un estado emocional global y
pueden
dar lugar a varias interpretaciones.
¿Verdad que cuando un niño ve algo que no le gusta
se tapa los ojos en un intento de hacer que eso desaparezca de su realidad? ¿O
corre a taparse la boca después de decir una mentira?
En
general, cuando alguien se lleva las manos a la cara suele ser producto de
algún pensamiento negativo como inseguridad o desconfianza. Aquí tienes varios
ejemplos concretos.
Taparse o tocarse la
boca
Mientras se habla puede significar un intento de ocultar algo. Si se realiza mientras se escucha puede ser la señal de que esa persona cree que se le está ocultando algo.
Tocarse la cara
Tocarse la
oreja: es la representación inconsciente del deseo de bloquear las palabras que se oyen. Si
tu interlocutor lo realiza mientras
hablas puede significar que desea que dejes de hablar.
Tocarse la nariz:
puede indicar que alguien está mintiendo. Cuando
mientes se liberan catecolaminas, unas sustancias que inflaman el tejido
interno de la nariz y pueden provocar picor. También
ocurre cuando alguien se enfada o se
molesta.
Rascarse
el cuello: señal de incertidumbre o de duda con lo que uno mismo está
diciendo.
Llevarse
un dedo o algo a la boca: significa
inseguridad o necesidad de
tranquilizarse, en una expresión inconsciente de volver a
la seguridad de la madre.
2. Posiciones de la cabeza
Comprender el significado de las distintas posiciones que puede adoptar alguien con la cabeza es muy eficaz para entender sus intenciones reales, como las ganas de gustar, de cooperar o de mostrarse altivo.
Levantar la
cabeza y proyectar la barbilla hacia adelante: un signo que pretende
comunicar expresamente agresividad y poder.
Asentir con la cabeza:
se trata de un gesto de sumisión contagioso que puede
transmitir sensaciones positivas. Comunica interés y acuerdo, pero si se
hace varias veces muy rápido puede comunicar que ya
se ha escuchado bastante.
Ladear la cabeza:
es una señal de sumisión al dejar expuesta la
garganta. Si lo realizas mientras asientes cuando estés
escuchando a alguien, lograrás aumentar la confianza de tu interlocutor hacia ti.
En el caso de las mujeres también se ha observado que se
emplea para mostrar interés por un hombre
Apoyar la cara sobre las manos: se expone la cara habitualmente con el objetivo de “presentársela” al interlocutor. Por lo tanto, demuestra atracción por la otra persona.
Apoyar la barbilla sobre la mano: si la palma de la mano está
cerrada es señal de evaluación. Si la palma de la
mano está abierta puede significar aburrimiento o pérdida de interés.
3. La mirada también habla
La comunicación mediante la mirada tiene
mucho que ver con la dilatación o contracción
de la pupila, la cual reacciona a los estados internos que experimentamos.
Por ese motivo los ojos claros suelen ser más
atractivos que los oscuros: porque permiten mostrar de forma más
evidente la dilatación de la pupila, una
respuesta asociada a las emociones positivas.
Cuando hablas sueles mantener contacto visual entre un 40 y
un 60% del tiempo. Eso es debido a que tu cerebro está
ocupado intentando acceder a la información.
En ciertas situaciones sociales, la falta de contacto
visual puede interpretarse como nerviosismo
o timidez, así que simplemente haciendo una pausa antes de
responder ganarás el tiempo necesario para acceder a la información
sin necesidad de tener que apartar la mirada.
Mirar
directamente a los ojos cuando haces una petición
también es útil para aumentar tu
capacidad de persuasión (puedes leer el
estudio completo aquí). Pero además
existen otras funciones de la mirada:
Variar
el tamaño de las pupilas: no puede controlarse, pero la presencia de
pupilas dilatadas suele significar
que se está viendo algo
que agrada, mientras que las pupilas contraídas expresan hostilidad.
Se ha descubierto que las neuronas espejo son las
responsables de que el tamaño que nuestras pupilas se
ajuste al de nuestro interlocutor, en un intento de sincronizar el lenguaje
corporal para generar mayor conexión.
Levantar las cejas: es un saludo social que implica ausencia de miedo y agrado. Hazlo frente personas a las que quieras gustar.
Bajar la cabeza
y levantar la vista: en el sexo femenino se considera una postura
que transmite sensualidad para
atraer a los hombres; en los hombres es al revés, parecen más altivos y dominantes
Mantener
la mirada: en el caso de las mujeres, establecer contacto visual
durante 2 o 3 segundos para después desviar la mirada hacia
abajo puede ser un indicador de interés sexual.
Pestañear repetitivamente: es otra forma de intentar bloquear la visión
de la persona que tienes enfrente, ya sea por aburrimiento o desconfianza.
Mirar hacia los lados: otra manera de expresar aburrimiento, porque de forma
inconsciente estás buscando vías de escape.
4. Tipos de sonrisa
La sonrisa es fuente inagotable de significados y
emociones.
Gracias a las neuronas espejo, sonreír es
un acto tremendamente contagioso capaz de provocar emociones muy positivas en
los demás.
En una sonrisa falsa el lado izquierdo de la
boca suele elevarse más debido a que la parte del
cerebro más especializada en las emociones está
en el hemisferio derecho, el cual controla principalmente la parte izquierda
del cuerpo.
La sonrisa natural
(0 sonrisa de Duchenne) es la que produce
arrugas junto a los ojos, eleva las mejillas y desciende levemente las
cejas.
Una
sonrisa tensa, con los labios apretados, denota que esa persona no
desea compartir sus emociones contigo y es una clara señal
de rechazo.
La función biológica
de la sonrisa es la de crear un vínculo social favoreciendo la
confianza y eliminando cualquier sensación de amenaza.
5. Posición de los brazos
Los brazos, junto a las manos, sirven de apoyo a la mayoría
de movimientos que realizas. También permiten defender las
zonas más vulnerables de tu cuerpo en situaciones de
inseguridad percibida.
La propiocepción nos ha enseñado
que la vía de comunicación entre el cuerpo y la mente
es recíproca. Cuando experimentas una emoción
tu cuerpo la reflejará incoscientemente, pero
también ocurre lo contrario: si adoptas voluntariamente
una posición, tu mente empezará a experimentar la emoción
asociada. Esto se hace especialmente evidente cuando te cruzas de brazos.
Hay mucha gente que cree que se cruza de brazos porque se
siente más cómoda.
Pero los gestos se perciben naturales cuando están
alineados con la actitud de la persona, y la ciencia ya ha demostrado que
cruzarlos predispone a una actitud crítica, por muy
confortable que parezca el gesto.
Cruzar
los brazos: muestra desacuerdo
y rechazo. Evita hacerlo a no ser
que precisamente quieras enviar este mensaje a los demás. Cruzar un solo brazo por delante para sujetar el otro brazo: denota falta de confianza en uno mismo al
necesitar sentirse abrazado.
Brazos
cruzados con pulgares hacia arriba: postura defensiva pero que a la
vez quiere transmitir orgullo.
Unir
las manos por detrás de la espalda: demuestra
confianza y ausencia de miedo al
dejar expuestos puntos débiles como el estómago,
garganta y entrepierna. Puede ser útil adoptar esta postura en
situaciones de inseguridad para intentar ganar
confianza.
6. Gestos con las manos
Lo más común es
usarlas para señalar ciertas partes del cuerpo con el objetivo de
mostrar autoridad o sexualidad.
También sirven para apoyar los
mensajes verbales y darles mayor fuerza:
Existe una parte del cerebro llamada el área de Broca que está implicada en el proceso del habla. Pero se ha comprobado que también se activa al mover las manos. Esto implica que gestualizar está directamente unido al habla, así que hacerlo mientras te expresas puede incluso mejorar tu capacidad verbal. ¡Muy útil en personas que se bloquean al hablar en público!
También se ha demostrado en un estudio que reforzar con gestos una frase consigue que te lleguen antes a la mente las palabras a usar, y también que tu mensaje sea mucho más persuasivo y comprensible.
Mostrar la palma abierta: expresa sinceridad y honestidad, mientras que cerrar el puño muestra lo contrario.
Manos en los bolsillos: denota pasotismo o y desimplicación en la conversación o situación.
Enfatizar
algo con la mano: cuando alguien ofrece dos puntos de vista con las
manos, normalmente el que más le gusta lo refuerza con
la mano dominante y la palma hacia
arriba.
Entrelazar
los dedos de ambas manos: transmite una actitud reprimida, ansiosa o
negativa.
Puntas
de los dedos unidas: expresa confianza y seguridad, pero puede llegar a confundirse con arrogancia. Muy útil
para detectar si los rivales tienen buenas manos al jugar al póquer.
Sujetar la otra
mano por la espalda: es un intento de controlarse a uno mismo, por
lo tanto expresa frustración o un intento de
disimular el nerviosismo.
Llevarse
las manos a las caderas: indica una
actitud sutilmente agresiva, ya que
quiere aumentar la presencia física. Muchos hombres la usan
tanto para establecer superioridad en su círculo social como para
aparentar mayor masculinidad en presencia de aquellas mujeres que les atraen.
7. Posición de las piernas
Al estar más alejadas del sistema
nervioso central (el cerebro), nuestra mente racional tiene menos control sobre
ellas y les permite expresar sentimientos internos con mayor libertad.
El
pie adelantado: el pie más avanzado casi siempre
apunta hacia donde querrías ir. En una situación
social con varias personas también apunta hacia la persona
que consideras más interesante o atractiva.
Si quieres que alguien de forma emocional sienta que le estás
dando toda tu atención, asegúrate
de que tus pies están encarados hacia él. De la misma manera,
cuando tu interlocutor apunta con sus pies hacia la puerta en lugar de hacia ti
es una señal bastante evidente de que quiere terminar la
conversación.
Piernas cruzadas: es una actitud defensiva y cerrada que protege los genitales. En una situación social, que haya una persona sentada con brazos y piernas cruzados probablemente signifique que se ha retirado de la conversación. De hecho, los investigadores Allan y Barbara Pease realizaron un experimento que demostró que las personas recordaban menos detalles de una conferencia si la escuchaban con los brazos y piernas cruzados.
Sentado
con una pierna elevada apoyada en la otra: típicamente
masculina, revela una actitud competitiva o preparada para discutir.
Piernas
muy separadas: otro gesto básicamente masculino que
quiere transmitir dominancia y territorialidad.
Aprender a detectar incongruencias entre el lenguaje verbal y el corporal te puede resultar muy útil. Lo que el cuerpo indica suele ser muy fiable, ya que los humanos somos incapaces de controlar todas las señales que está emitiendo.
Hola sister, hacia mucho que no entraba en tu blog, muy interesante lo de los gestos, ánimo con el blog que está muy muy chulo. Muuuchos besos y gracias x compartir estas cosas q tanto pueden ayudarnos
ResponderEliminarMuy variado y ameno, si señora.
ResponderEliminarGracias amigas y seguidoras...no olvidéis ante todo que "la cara es el espejo del alma"
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